Violencia
La violencia es
el miedo a los ideales de los demás.
Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.
Ojo por ojo y
todo el mundo acabará ciego.
Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.
Desconfío de la
incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia.
Jean Paul Sartre
(1905-1980) Filósofo y escritor francés.
La violencia es
el último recurso del incompetente.
Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y bioquímico estadounidense.
Me opongo a la
violencia, porque cuando parece causar el bien éste sólo es temporal, el mal
que causa es permanente.
Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.
La violencia
jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias
dramáticas.
Juan Pablo II
(1920-2005) Papa de la iglesia católica.
La violencia crea
más problemas sociales que los que resuelve.
Martin Luther
King (1929-1968) Religioso estadounidense.
La violencia es
miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias.
Antonio
Fraguas Forges (1942-?) Humorista español.
Quisiera sufrir
todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la
muerte, para impedir la violencia.
Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.
Lo que se obtiene
con violencia, solamente se puede mantener con violencia.
Actividades:
1- Realicen una conclusión
personal con las frases
2- Crear una
frase que represente tu propio pensamiento
BULLYNG. FALTA DE TOLERANCIA Y RESPETO. Cuento: EMILIO
CUENTO: “EMILIO”
Mariana Mansilla - 4to
CN
Emilio tiene 16 años, es hijo
único y se lleva bien con sus padres, le gusta hablar con su única y mejor amiga
Juana en clases... A veces lo retan y otras veces lo felicitan por su progreso
en las materias pero, nada de ésto mucho le
importa.
Lunes 3 de Abril,
2011.
En un aula con 14 chicos y 5
chicas. Y Emilio.
“Ahí viene el marica” – le
susurra Matías a su compañero de banco, Nicolás.
“Sí, no quiero ni mirarlo… tengo
miedo de que se enamore de mí si lo veo a los ojos!” – ambos se ríen mientras lo
miran.
“Otro día de tortura en el
colegio” piensa Emilio mientras ve como Matías y Nicolás murmullan mientras
pasa. Se sienta junto a Juana, la saluda y empieza la clase de Matemáticas.
Aburrido, piensa en la fiesta que se aproxima el sábado, toda la secundaria va a
asistir y él evalúa todas sus opciones de vestimenta para ésta. Está muy
contento ya que el viernes a la tarde fue a comprarse muchísima ropa, algo que
él ama. “Creo que me voy a poner el pantalón jean viejo y la remera azul que me
compre… ¡Sí, definitivamente es perfecto! con las zapatillas que me compró mamá”
Algo interrumpe su mirada perdida en la ventana, un papel que voló hacia su
banco de quién sabe dónde. Lo abre, lo leé, lo tira.
“¿Qué decía Emi?” – Le pregunta
Juana, sabiendo exactamente de qué se trataba.
“Me tienen cansado Juani, no
aguanto más que me molesten con ya-sabés-qué. Ya no veo la hora de que la
semana de clases termine y sea sábado, ¡así salimos juntos!” – La mira, sonríe y
desvía su mirada.
“No tenés que esconder nada, no
te preocupes por lo que dicen los demás. A vos te gusta quién quieras, amás a
los que quieras, y nada-“
“¡shhhhhhh! ¡Hicimos un trato de
que en el colegio no hablábamos de eso!” – La interrumpe Emilio agachando la
cabeza.
“Sí, ya sé ¡Igual pensá en lo que
te dije!”
Volvieron sus miradas al
pizarrón.
Martes 4 de abril.
2011
“Déjenme en
paz”
Miércoles 5 de abril.
2011
“¡Ya falta poco para el sábado
Juani! Te morís cuando vea lo que me compré.”
Jueves 6 de abril.
2011
Tocá el timbre del
recreo.
Emi va al baño a lavarse la cara,
de pronto la puerta se cierra a sus espaldas y luego vuelve a tener la marca de
la mano de Matías en la cara. Tratando de no llorar piensa que cada vez
frecuentaba más estos encuentros. “No hubiera dicho nada y listo. Soy un
idiota… Juana no tiene razón, mi psicóloga tampoco, nadie la tiene y
nadie me va a entender jamás”
“¿Qué mirás mariquita? ¿Me querés
dar un beso o qué? Salí del baño antes de que te vomite en la cara” – Le grita
Matías.
Viernes 7 de abril.
2011
Emilio no fue al colegio y luego
del almuerzo llama a Juana.
“Juani necesito que me prestes
base para taparme un moretón, para la fiesta de mañana por favor… No, es que la
estaba ayudando a mi vieja a sacar unas cajas de la habitación de atrás y se me
cayó una en la cara… Sí, estoy de maravilla, mañana
hablamos.”
Sábado 8 de abril.
2011
18:01 hs.
Ya se bañó y arregló con Juani
para ir juntos a la fiesta. Ahora mira el partido de tenis con su papá como
siempre lo hacen, tomando unos mates mientras comparten quejas hacia los
tenistas y sus errores no forzados, mientras comparten sus festejos, sus
choque-los-cinco y felicidad cuando gana el favorito de
ellos.
“Pá, esta noche me vuelvo en taxi.
No quiero que me vayas a buscar porque creo que termina tarde”
“Bueno, pero por favor
cuidate, es muy peligroso a la madrugada con todos los secuestros,
asesinatos y robos. Quiero que te subas a un taxi en la puerta de la fiesta y
bajes en la puerta de casa ¿Entendiste?”
22:13 hs.
Llegó Juani tan linda como
siempre, Emi la recibe con un abrazo y se van a su habitación. Él le muestra su
ropa nueva
“Son muy cómodas las zapatillas,
mi mamá me las compró. Es una genia ¡dice que las vio y dijo que eran
indiscutiblemente para mí!”
Ambos se ríen, hablan, Emi se
tapa su moretón con base y listos para la fiesta tan esperada, era la primera
vez que se organizaba una exclusivamente para la secundaria del
colegio.
00: 31 hs.
La mejor música sonaba, todos
bailaban a su manera, las voces de los chicos cantando la canción que pasaban
apenas se escuchaban, la felicidad de Emi era indescriptible. La mano, las
burlas, los papelitos, los moretones, esas miradas, esos murmullos, esas
risitas… Nada importaba porque nadie podía evitar que él bailara cómo y cuánto
quisiera.
En una esquina del boliche estaba
Matías planeando una broma, muy inocente y muy cómica para él, que iba a hacer
que todos hablen de ella por varios meses e inclusive AÑOS. No había duda de que
iba a ser el más conocido y popular del colegio.
Matías y sus cuatro amigos, fieles
seguidores, se pusieron alrededor de Emi. Sin entender lo que pasaba, empezaron
a orinar encima de él. Juana gritaba desesperada pidiendo ayuda, pidiendo que
dejen de reírse y de mirar sin hacer nada.
“¡Si le gusta!, ¿O no que te gusta
Emilio?, ¿No es tu sueño estar rodeado de hombres y tener su aroma en tu
cuerpo?” – algunos reían, otros miraban y señalaban con el
dedo.
Emilio se fue corriendo y llorando
de la fiesta.
No tuvo fuerzas para cumplir con
lo que le había pedido el papá y sólo caminó sin rumbo por la ciudad… odiándose,
odiando su vida, su forma de ser, odiando todo lo que pasa, preguntándose ¿POR
QUÉ A ÉL?
Miró la hora.
“04.35”
Se sentó en el puente, observando
un largo rato como pasaban los autos, se sacó su remera azul, la nueva y
estrenada esa noche. Se sacó las zapatillas y las dejó a un costado. Ya de pie
al borde del puente, pensó,
“Mamá es una genia, esas
zapatillas son las más cómodas que tuve en mi
vida”
Y dejó caer su cuerpo, su vida, su
familia, la mano, las burlas, los papelitos, los moretones, esas miradas, esos
murmullos, esas risitas, todo.
FIN
Hay
muchas personas como Emilio, que siendo y mostrándose ellos mismos son atacados
por otros. Como también hay casos de personas que escondiendo quienes
verdaderamente son, por miedo a la reacción de sus conocidos/amigos/familia, se
ven perjudicados por ellos mismos.
Nada debería pasar por esto.
Todos debemos aceptar al otro. No importa su apariencia física, su
orientación sexual, su religión, su género, etc. Porque al fin y al cabo, TODOS
somos humanos.
CHICOS REALICEN UNA CONCLUSIÓN PERSONAL DEL CUENTO Y QUE SE PUEDE HACER PARA PREVENIR .
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