El vínculo y la teoría del vínculo
La teoría del vínculo comienza a formarse en 1948. John Bowlby (1907-1990), psiquiatra ingles es el primero en formularla. La Teoría del Apego.
La obra de J. Bowlby
A falta de interacción suficiente, el vínculo entre el bebé y su madre no se crea. El vínculo conseguido, es decir, la respuesta adecuada del entorno a todas las señales del niño, construye el sentimiento de confianza y de seguridad del bebé en si mismo que afrontará mejor las separaciones y las pruebas posteriores. Muchos otros han reprochado a Bowlby el alejarse del modelo psicoanalítico clásico que hacía de la alimentación, de la relación oral y de la construcción del aparato psíquico infantil, las primicias de la relación madre-hijo. Bowlby estima, por el contrario que la necesidad social del lactante se expresa antes de su experiencia de los cuidados maternos.
La teoría puede formularse así: la construcción de los primeros lazos entre el niño y la madre, o la que hace las veces, responde a una necesidad biológica fundamental. Se trata de una necesidad primaria, es decir que no se deriva de ninguna otra.
El vínculo es un medio para el niño de desarrollar una seguridad que le llevará hacia la posibilidad de explorar a su alrededor y luego hacia la autonomía.
Con esto Bowlby rompe con todas las teorías anteriores de los primeros lazos sociales y afectivos del bebé humano.
Su obra principal
"Attachement et perte" (« Vínculo afectivo y pérdida »), PUF, 1978.
Los sucesores de Bowlby
Maria Ainsworth sucede a John Bowlby con el que comparte la idea según la cual el vinculo es una necesidad primaria.
Ella observará durante un año parejas de madres-bebés durante las comidas en los tres primeros meses de la vida del lactante.
La sensibilidad de la madre hacia su hijo y su capacidad de captar sus necesidades van a ser el centro de interés de la investigadora. Según ella, éstas permitirán predecir el tipo de vínculo futuro.
Un año después de estas primeras observaciones, vuelve a observar las mismas parejas con el fin de evaluar el vínculo con los hijos a su madre.
Expone así a los niños a ocho situaciones diferentes, implicando separaciones y reencuentros con su madre después de haber estado solo o con un desconocido. Esto es lo que ella llama « la situación extraña » (the « strange situation »)
Su objetivo era evaluar el vínculo afectivo del bebé con su madre.
:Los resultados de su experiencia dejan percibir tres categorías de vínculo afectivo :
- Seguro : el bebe manifiesta por signos, que siente la marcha de su madre en el momento de la separación y la acoge calurosamente cuando la vuelve a encontrar pero no focaliza su atención sobre ella y vuelve a jugar.
- Inseguro : (o ansioso)-esquivo: el bebe no da señales de sentimiento con respecto a la marcha de su madre y cuando la madre vuelve, el niño la evita. Focaliza su atención sobre lo que le rodea y esto de manera persistente.
- despreocupado : (o ansioso)-resistente: El niño está preocupado por la madre durante la «Strange situation», no llega a calmarse cuando la madre vuelve, su atención esta fija en ella.
Las proporciones de estas tres categorías son mas o menos siempre las mismas: 22% niños ansioso –esquivos, 66% niños seguros y 12% niños ansioso-resistentes.
Es posible detectar los factores que predisponen a los comportamientos seguros o ansiosos. La madre con capacidad de percibir y de interpretar de manera adecuada las señales y peticiones implícitas del niño y de darles respuesta de manera adecuada y sincronizada favorecería el vínculo seguro.
Por el contrario, la que rechaza o no comprende las peticiones del niño, manifiesta aversión frente al contacto físico, no expresa apenas emociones o propone respuestas desfasadas, favorecería el vínculo ansioso. Un niño seguro se mostrara sociable, empático y manifestará una buena autoestima. Un niño que presenta un vínculo ansioso se retraerá socialmente, presentará quejas somáticas, su manera de obrar y sus comportamientos opuestos y agresivos. Con su dotación inicial jugará un papel protector o agravante a lo largo de toda su vida ; especialmente cuando se vea en circunstancias difíciles.
Otros estudios sobre el vínculo en la edad adulta han permitido catalogar tres tipos de comportamiento que se acercan admirablemente a las utilizadas por Maria Ainsworth para los bebés (hasta en su proporción) : 27% de personas desvinculadas ( indiferentes y descomprometidas emocionalmente), 56% de personas autónomas ( con cómodo acceso a sus emociones) y 17¨% de personas preocupadas (confusas e incoherentes ). Se comprende aquí la importancia primordial de la calidad de estos primeros vínculos. Se puede fácilmente deducir de ello la necesidad de trabajar en el restablecimiento de la confianza en sí y de la competencia de los padres para evitar interacciones peligrosas.
? Pero no se puede contar con nadie más que con los padres? Bowlby lo pensaba así y había emitido la hipótesis de la monotropía : no existiría más que una sola figura para el vínculo afectivo (*) posible ( la madre). Numerosos estudios realizados después han desmentido esta teoría y han mostrado que lo que cuenta ante todo, es la calidad respectiva de los diferentes lugares y personas que el niño encuentra.
El padre y la madre, la familia y los profesionales de la infancia no pueden excluirse unos a otros. Lejos de ser un peligro, la existencia de varias figuras de vínculo afectivo constituye un enriquecimiento y un factor de “resiliencia” (1) para el niño.
Habrá así, una figura de vínculo afectivo principal y figuras de vínculo afectivo secundarias que le llevarán a explorar nuevas relaciones sin riesgos. Lo que es un lazo seguro establecido con una persona podrá compensar la relación ansió génica desarrollada con otra.
(*) La noción de « figura de vínculo afectivo »
(1) La noción de resiliencia, résilience en francés, la emplea mucho Boris Cyrulnik.
Una figura de vínculo afectivo se define como una persona que aporta al niño una interacción social duradera: confort, apoyo, protección, amparo en las situaciones angustiosas, aporte de cuidados necesarios.
La tendencia natural del niño es vincularse a una figura principal, habitualmente la madre o su sustituto. La separación de la figura de vínculo afectivo que le da más seguridad, genera angustia y protesta.
Importancia del vínculo afectivo
Por que hablar de vínculo afectivo ? Cual es su importancia y cuales son las consecuencias en el desarrollo del individuo ?
En definitiva, el vínculo afectivo es esencial en la creación de una personalidad sana .
Este vínculo es necesario para:
- ser capaz de hacer frente al estrés y a las frustraciones
- ser capaz de gestionar sus miedos y sus inquietudes
- ser capaz de hacer frente a toda amenaza contra si mismo
- desarrollar relaciones
- ser capaz de pensar lógicamente
- hacerse autónomo y alcanzar su pleno desarrollo intelectual
Los
trastornos del vínculo afectivo
Los trastornos del vínculo afectivo son una afección mental (*) que puede sobrevenir en los niños victimas de una ruptura del lazo entre madre y niño, que tiene su origen en acontecimientos traumáticos ( o vividos como tales) desde la más tierna infancia o en la infancia (antes de la edad de 4-5 años), o en el curso de la vida in útero misma.
Pueden sobrevenir también durante el crecimiento del niño, cuando la seguridad adquirida se hunde después de un acontecimiento grave.
La separación del niño y de su madre biológica puede ser real y definitiva en caso que esta lo abandona o fallece.
En ciertas situaciones como la enfermedad de la madre o del niño, un embarazo difícil, estancia del niño en incubadora, colocación precoz del niño en institución o en familia de acogida, la separación de los padres, la transmisión generacional del peso de un duelo mal vivido,… la separación puede ser vivida por el niño como un « abandono ».
El niño adoptado ha vivido siempre un primer abandono y puede vivir una o varias rupturas suplementarias, con la / las persona (s) o la /las institución (es), a las que ha sido confiado antes de su adopción. A consecuencia de estas rupturas y diferentes colocaciones, este niño puede manifestar dificultades, incluso trastornos reaccionarios del comportamiento.
Todos los niños que sufren trastornos del vínculo afectivo ponen a prueba, constantemente el amor de sus padres y los lazos que tienen con ellos con un proceso sutil de exigencias, atenciones, manipulaciones, mentiras, hasta tener con ellos comportamientos agresivos y violentos, sobre todo hacia su madre, y a veces también hacia ellos mismos.
En sus testimonios los padres expresan que cuando consultan a profesionales, han recorrido ya un camino penoso y se han agotado en la búsqueda de soluciones para tratar de ayudar a su hijo que sufre .
Las
características del comportamiento : Las consecuencias familiares y sociales
La lista (no exhaustiva) que se presenta a continuación ha sido compuesta sobre la base de la experiencia de decenas de padres con hijos que presentan un gran miedo al vínculo afectivo. Precisemos que las características evocadas se encuentran con una intensidad individual y propia a cada niño y pueden expresarse de manera diferente en función de su edad.
Insistimos mucho sobre el hecho de que estos comportamientos son ante todo signos de sufrimiento que necesitan una gran comprensión de parte de los padres y de los que intervienen.
1. Las relaciones emocionales íntimas (en la familia).
El niño las vive como amenazantes.
Ejemplos:
- no tiene contacto visual : lo evita
- rechaza las personas mas cercanas (padres y sobre todo la madre)
- no le gusta que lo cojan
- soporta pocas veces los contactos físicos ; el afecto, la intimidad
- no establece ningún contacto ni relación profunda con los padres o los miembros de la familia
- siempre le falta algo, provoca continuamente el rechazo
- evita el contacto, no confía en nadie
- se comporta en casa como si estuviera en « el hotel »
2.El desarrollo social
El niño muestra un rostro al mundo exterior y otro distinto en casa
Ejemplos
- Es « genial » para observar, juzgar y manipular a las personas que lo rodean
- Es « el amigo de todo el mundo », pero no alimenta en realidad mas que relaciones superficiales
- se comporta con disimulo : se adapta en apariencia, pero es muy temeroso frente a lo desconocido
- tiene siempre necesidad de atraer la atención : esconde su malestar haciéndose notar
- busca una posición de excepción en los grupos (familia, escuela, grupo social, …) como jefe o como victima
- no es capaz de sentir empatía por los otros
- es victima de los demás, es decir se pone en situación de victima
- tiene muy poco sentido del humor
en el juego:
- puede ser extremadamente independiente y no pedir nada
- puede querer controlarlo todo y no aceptar las ordenes o sugerencias de los otros jugadores
- puede ser agresivo con sus juguetes
3.El desarrollo de la conciencia y la noción de normas.
Estas están a menudo perturbadas
- el niño no es sensible a los ánimos ; castigos, recompensas y compromisos
- le falta control de sus impulsos
- sus errores no le enseñan nada (no los reconoce)
- sobrepasa todos los limites
- no tiene sentimiento de culpabilidad, de responsabilidad
- no tiene respeto hacia los otros
- no tiene el sentido del bien y del mal, de ahí las mentiras, los robos, vandalismo , …
- le gusta la violencia, se hiere fácilmente, le atrae el frecuentar delincuentes, las películas violentas, las películas de horror
- tiene respuestas emocionales inapropiadas (por ejemplo se ríe cuando ve matar a alguien en la TV
- es cruel con los animales
4.Los problemas escolares
específicos
Ejemplos :
- la mayor parte de las veces, el niño es inteligente pero no aparece ni en los resultados escolares ni en los resultados de los tests ;
- Poco dotado en matemáticas y conceptualiza mal ; tiene dificultades en concebir lo abstracto y tener lógica ;
- Asimila de manera fragmentaria las materias escolares, de donde una laguna cada vez mas grande a nivel de conocimientos ;
- Sufre de una falta de concentración y de atención ; no tolera ni mucho ni poco la frustración, ni las situaciones de estrés (ex. : deberes, exámenes) ; no hace planificación, no tiene conciencia del transcurso del tiempo (abstracción)
Para el niño, todas estas señales son otros tantas maneras conscientes y sobre todo inconscientes, voluntarias et involuntarias, de dar significado a su sufrimiento, de mantener a distancia a los adultos más cercanos porque los considera peligrosos o amenazantes.
Se puede comprender que la vida de familia, con un niño que presenta tales problemas comportamentales, sea muy difícil, incluso imposible de vivir